Algo
sobre la fe
La
fe viene a ser tangible como intangible; debe ser también abstracta como el
alma, según el hombre, mas el alma no es abstracta en sí, debemos sentir la fe
como el espíritu. Cada parte de nuestro cuerpo, en cada plano, debe llevarla
impresa, por esto decimos que la fe debe hacerse carne con nosotros. Así como
Dios tomó su cuerpo aquí, en el mundo, así la fe en nosotros debe tomar cuerpo,
y dentro de nuestra alma y nuestro corazón para poder manifestarla, porque si
nosotros no tenemos fe no podemos hacer nada.
Nuestro propósito en la vida, porque la fe es
propósito espiritual, es lo que mueve al mundo; cuando el hombre cree en Dios
esta creencia lleva una energía que de Él proviene y aquel que la confirma aquí
en la tierra es el Espíritu Santo. Cuando el hombre obedece a Dios y esta fe se
ha hecho carne en él, el Espíritu Santo asiste al hombre haciendo que esté
dentro de la opción de la vida eterna. Al hombre que no tiene fe, al hombre que
no persevera en la fe, al hombre que es tibio Dios lo arrojará de su boca,
porque no ha hecho carne en la fe. Esto es importante, espíritu, carne y
Espíritu Santo deben estar unidos para poder llegar en la gracia de Dios. Por
lo tanto, la fe es imprescindible en el camino de Dios. Es como el agua para vivir.
Si no tenemos agua morimos, si no tenemos fe, morimos; porque por fe se nace y
por fe se vive.
La divinidad nos dio la oportunidad de venir
aquí a la tierra a cumplir con el plan de Dios, ¿y qué hizo Dios? Dio fe que el
hombre naciera para que éste estuviera aquí en la tierra, aprendiera a pararse
en dos pies y fuera digno de alcanzar su reino.
Cuando dejamos nuestro último aliento
entregando nuestro espíritu a Dios y vamos con fe a donde Él nos lleva,
nuevamente a casa, a muchos lo que les salva es la fe, por esto a veces decimos
“se salvó por su fe”.
Cuando nosotros entramos a la pila bautismal a
cambiar nuestro estado terrenal por un estado espiritual lo hacemos por medio
de la fe. Ninguno va al agua a sumergirse porque quiere bañarse o quiere mojarse,
todos vamos con un propósito que es la fe, y cuando salimos de esta agua
bautismal, salimos renovados en el espíritu y al hacer ese convenio con Dios
estamos marcando un momento donde la fe es nuestra única guía en este mundo. La
fe es lo más importante que hay para caminar en este estado espiritual, el que
no tiene fe puede caer al abismo, ¡cuidado!, el espíritu debe manifestarse por
medio de la fe.
La fe se aumenta al aumentar la espiritualidad
por medio de la oración y del discernimiento en el espíritu, el espíritu es
sabio, tiene discernimiento, e invocando a Dios, invocando al Espíritu Santo
para que nos ayude a encontrar el camino de la fe. Él asiste siempre a todas
las invocaciones.
por
A. y A.